Conozca cómo crear vínculos afectivos con el masaje infantil

El masaje es una forma de estímulo físico que, al frotar o golpear rítmica e intensamente determinadas partes del cuerpo con las manos, provoca reacciones que benefician al organismo con fines terapéuticos, deportivos y estéticos, entre otros.

Dos especialistas en el área de masajes infantil, aportaron datos de relevancia que ayudarán a la búsqueda del contacto físico con los hijos para que éstos se vayan relacionando con los términos del masaje.

Según la instructora certificada de masaje Infantil, Susana Pérez, ésta es una “tradición muy antigua practicada para estimular los sentidos de los bebés y nutrirlos a través de la piel. Fue introducido en nuestra cultura occidental en 1973 por la norteamericana Vimala McClure”.

“Son muchos los beneficios, sobretodo porque crea vínculos de padres a hijos, a través del contacto físico entre ambos personajes de la familia”. 

En el caso de los niños, el objetivo principal del masaje es, que los pequeños se vayan familiarizando con el mundo que lo rodea por medio del contacto físico, olores, caricias y sonidos. Les ayuda a regular y reforzar las funciones respiratorias, circulatorias y gastrointestinales. Inclusive, aminora las incomodidades producidas por cólicos, gases y estreñimiento.

La edad para que el niño empiece a recibir masajes puede varias, sin embargo, la instructora Pérez recomienda que sea desde que el ombligo de los niños empieza a caer, es decir, a las semanas de nacido, “para los masajes utilizamos aceites naturales, como el de oliva, coco y almendra”, expresó.

Son incontables los beneficios, pues adquieren un mejor tono muscular, incrementan paulatinamente su fuerza y presentan una mejor irrigación sanguínea. 

El masaje también permite al niño relajarse, ya que alivia el estrés que genera diariamente cuando se enfrenta a los estímulos que se encuentran en su entorno.