Cuidar nuestra alimentación influye en la calidad del sueño

La alimentación es el proceso mediante el cual el cuerpo adquiere los nutrientes esenciales para el desarrollo de todas las funciones vitales del organismo, por lo tanto, cumple un papel determinante en el descanso.

A pesar de su relevancia, los cambios de hábitos de la población fueron modificando la forma de alimentarse.

Un vaso de leche caliente o un café negro antes de dormir pueden influir directamente en la calidad del sueño .

Los alimentos que se ingieren durante el día y, especialmente, aquellos que forman parte de la cena pueden causar una mala noche de descanso.

Cuando esta situación se transforma en rutina afecta el desempeño y la calidad de vida.

A mayor cantidad de ingesta alimenticia, mayor contenido de azúcar y, por ende, más cansancio. Para que esto no afecte el día a día, la única solución es prestar atención a la alimentación.

 

Liliana Grimberg, nutricionista, dietista y coordinadora del área de Nutrición del Centro Terapéutico Dr. Máximo Ravenna, explica: “Debemos elegir alimentos con bajo índice glucémico”.

Entre los alimentos que elevan el azúcar en sangre lentamente se pueden mencionar el atún, las sardinas, el pollo, el pavo, los huevos, la leche, los frutos secos (almendras, pistachos, nueces).

También las legumbres, queso fresco, avena, espinaca, coliflor, sésamo, frutas y verduras crudas, solomillo y brócoli.

Asimismo, es mejor evitar comidas ricas en hidratos de carbono refinado (panes, pastas, tartas, arroz blanco y postres) y esperar al menos 3 horas entre la comida y el momento de irse a la cama.

Aunque pueda resultar algo obvio, conviene evitar las comidas abundantes en horarios nocturnos, así como los platos picantes.

Estos producen una digestión más lenta de lo habitual e influyen en el descanso del cuerpo.