Demasiado ejercicio puede alterar tus decisiones

Un equipo de investigadores del Hospital de la Pitié-Salpêtrière en París (Francia) exponen en su estudio publicado en la revista Current Biology, que el síndrome de sobreentrenamiento (o burnout), es una forma de agotamiento en los atletas que realizan ejercicios de resistencia y sobrecargan su cuerpo con un entrenamiento físico intensivo, puede afectar al cerebro y al resto del cuerpo.

Los autores creen que en esta forma de fatiga pueden estar involucrados algunos de los circuitos neuronales relacionados con el trabajo intelectual intensivo.

Estudios anteriores ya habían puesto sobre la mesa que la fatiga después del esfuerzo mental excesivo puede afectar el control cognitivo, este último se refiere a la capacidad de una persona para cambiar su comportamiento y procesos de pensamiento para lograr sus objetivos.

 

Sobrecarga de ejercicio

Una sobrecarga de entrenamiento físico conduce a una caída significativa en el rendimiento, a medida que los atletas experimentan una abrumadora sensación de fatiga. 

Los investigadores querían probar si el síndrome de sobreentrenamiento surgía como parte de la fatiga neural en el cerebro, así como del cansancio muscular. También estaban interesados en saber si el sobreentrenamiento afectaba la misma porción del cerebro que el trabajo intelectual excesivo.

Los científicos contaron con 37 atletas de resistencia masculinos competitivos con una edad promedio de 35 años. Los participantes continuaron con su régimen de ejercicio regular o aumentaron su entrenamiento en un 40% por sesión durante 3 semanas. 

Los atletas participaron en ejercicios de ciclismo en sus días de descanso para que los investigadores pudieran monitorear su rendimiento físico. 

También completaron cuestionarios sobre su experiencia subjetiva de fatiga. Finalmente, los investigadores utilizaron pruebas de comportamiento y resonancias magnéticas para evaluar la capacidad cognitiva de los participantes.

Evaluando el efecto

El estudio mostró que durante 3 semanas, la sobrecarga de entrenamiento físico hizo que los atletas se sintieran más cansados y se comportaran de manera diferente.

En las pruebas que evaluaron las opciones económicas, los atletas fatigados tenían más probabilidades de actuar impulsivamente.

Las imágenes de resonancia magnética mostraron que la sobrecarga física de los atletas condujo a una activación deteriorada de la corteza prefrontal lateral (zona del cerebro responsable del control cognitivo de orden superior (que influye en la toma de decisiones, la planificación, la inhibición del comportamiento o la motivación, entre otras cosas).

La capacidad de motivación es particularmente interesante porque define cómo procesa el cerebro la información de recompensa. 

Los hallazgos de este estudio muestran que los atletas que experimentaron sobrecarga física tenían más probabilidades de actuar impulsivamente que los que no realizaron sobreentrenamiento. 

Los autores explican que aunque el entrenamiento de resistencia es generalmente bueno para la salud, en algunos casos podría tener un efecto inesperado en el cerebro. Este estudio es el primero en demostrar que el entrenamiento físico también puede inducir fatiga cognitiva.

Mismo lugar del cerebro

Los autores quedaron particularmente impresionados por el hecho de que tanto la sobrecarga física como el trabajo intelectual excesivo afectan la misma zona del cerebro.

«Esta región cerebral, por lo tanto, apareció como el punto débil de la red cerebral responsable del control cognitivo. Es necesario controlar el proceso automático que hace que te detengas cuando duelen los músculos o las articulaciones», comenta Mathias Pessiglione, líder del trabajo.

Limitaciones

El estudio contó con una muestra bastante pequeña, solo 37 participantes, por lo que los expertos necesitarán llevar a cabo más experimentos utilizando cohortes más grandes para evaluar si se trata de un efecto genuino. 

Además, debido a que los científicos solo reclutaron personas que estaban en buena forma física, no está claro si las personas en otros niveles de condición física también podrían experimentar este efecto en la toma de decisiones.