Hace 15 años Nokia presentó el que probablemente es el teléfono más resistente en la historia de la telefonía móvil: el Nokia 3310. Que vendería 126 millones de unidades.
Pero ni esa característica, ni su pantalla monocromática de 84×84, ni sus 133 gramos de peso fueron los motivos por lo que este dispositivo logró pasar a la historia, sino que fue su increíble resistencia física y su prolongado uso de batería lo que le permitió colocarse como uno de los favoritos de varias generaciones.
Esta resistencia le permitió al Nokia 3310 que, años después de su lanzamiento, siguiera siendo añorado por los usuarios, y mucho más tomando en cuenta que a los smartphones actuales con trabajos les dura la pila un día y apenas aguantan una caída sin romperse, mientras que el viejo Nokia era prácticamente indestructible.
Por otro lado, a pesar de su peso y dimensiones, el dispositivo incluyó varias características importantes para la época, como cuatro juegos, calculadora, extensión y chat de mensajes de texto y carcasas intercambiables.
En aquella época contaba con otros “atractivos”, como calculadora, cronómetro, recordatorio de tareas, y cuatro juegos clásicos: “Pairs II”, “Space Impact”, “Bantumi” y el recordado “Snake II”, junto a la gran innovación de permitir los chats móviles y extender los mensajes de texto hasta 459 caracteres.