El fenómeno meteorológico El Niño 2015-2016 ha iniciado su declive, pero su intensidad sigue siendo fuerte e influye en el clima del planeta, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Este fenómeno, que se produce cada cuatro o cinco años y provoca tormentas e inundaciones, «debería debilitarse en los próximos meses y desaparecer progresivamente en el segundo trimestre de 2016», explica la OMM.

«Acabamos de vivir uno de los episodios El Niño más intensos jamás observados, y ha provocado la aparición de fenómenos meteorológicos extremos en todos los continentes, contribuyendo a los récords de calor registrados en 2015», indicó el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, en un comunicado publicado este jueves.

«Varios regiones de América del Sur y del Este de África aún no están totalmente recuperadas de las lluvias torrenciales y las inundaciones que padecieron» añade.

«El balance económico y humano de la sequía es cada vez más evidente en África Austral, bajo el Cuerno de África, en América Central y en varias otras regiones», agrega el responsable.