Las fotos que subes a Instagram podrían indicar que sufres de depresión

Instagram planteó, desde sus inicios, una revolución completa y constante de las fotografías. Los filtros en las fotografías comenzaron a hacerse famosos y hoy en día son pocas las imágenes que no tienen algún retoque en su color. Ya sea en blanco y negro, sepia o filtros para resaltar colores, las fotografías que subes a Instagram podrían dejar ver tu estado mental.

Esto fue demostrado tras un reciente estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Vermont (EE. UU.). Usando el aprendizaje automático, la inteligencia artificial empleada en el estudio fue capaz de detectar qué personas tenían depresión y cuáles no, basándose en sus fotos de Instagram y con voluntarios seleccionados al azar.

«Esto apunta hacia un nuevo método para la detección precoz de la depresión», dijo Christopher Danforth, líder del trabajo.

¿Qué tipo de fotos se asocian con la depresión?

En el estudio, los investigadores examinaron las fotografías de Instagram de más de 160 voluntarios, reclutados del Amazon Mechanical Turk, una plataforma de crowdsourcing online. Los participantes proporcionaron a los expertos información sobre su diagnóstico pasado de depresión y respondieron a un cuestionario diseñado para evaluar el nivel de depresión actual de una persona.

Aproximadamente la mitad de las personas en el estudio habían sido diagnosticadas con depresión en los últimos tres años.

Cuando los investigadores analizaron las casi 44.000 imágenes, encontraron que los mensajes de los usuarios que tenían un diagnóstico probable de depresión eran más azules, más grises y más oscuras que las imágenes de los usuarios sin inclinación hacia la depresión.

El uso de un filtro fotográfico fue menos común entre los individuos con diagnóstico de depresión que entre los que no lo tenían. Pero cuando los individuos con un diagnóstico de depresión utilizaron filtros, muchos optaban por filtros en blanco y negro como «Inkwell». De hecho, algunas de las características fotográficas que los investigadores identificaron «coinciden con percepciones comunes con respecto a los efectos de la depresión en el comportamiento», señalaron los autores. Por ejemplo, estudios anteriores ya habían sugerido una asociación de la depresión con la preferencia por colores más oscuros, más azules y monocromáticos.

 

Las personas con inclinación a la depresión también fueron más propensas a publicar fotos sin personas o con menos personas por foto, en comparación con los otros usuarios.

Usando las fotos de Instagram y la historia de salud mental recogida en la primera parte del estudio, los investigadores pusieron a prueba al algoritmo detector de depresión a la vez que con un grupo diferente de voluntarios para ver cuál de ellos, si humanos o la inteligencia artificial, se acercaba más al resultado real del estado de salud mental de los participantes.

Los resultados revelaron el algoritmo de aprendizaje de máquina hizo un mejor trabajo que los compañeros humanos, pues la IA fue capaz de identificar correctamente a los individuos con posible depresión el 70% del tiempo.

«Obviamente, usted conoce a sus amigos mejor que un ordenador, pero una persona que casualmente pasa por Instagram, no es tan buena en la detección de la depresión», dijo Danforth.