Lo que haces mientras duermes te puede indicar un problema de salud

Al dormir tú te olvidas de todo: trabajo, escuela, problemas, pero tu cuerpo sigue funcionando y reparándose, por eso no es raro que mientras duermes también muestre síntomas de que algo en tu salud no anda bien.

Roncas mucho y de forma extraña

Roncar es natural, algo que la mayoría de las personas hace de vez en cuando. El problema es cuando se vuelve crónico y, además, tiene un sonido diferente. Es decir, si más bien parece que jadeas o jalas aire, e incluso has asustado a tu pareja porque tu respiración se detiene, podría ser un síntoma de apnea del sueño.

Este trastorno del sueño es potencialmente grave. Aunque existen diferentes tipos, los síntomas más comunes, además de los ronquidos fuertes y los “cortes” a la respiración, son despertar con la boca seca y dolor de cabeza, irritabilidad, sueño excesivo y dificultad para prestar atención en el día.

De no tratarse, te pone en riesgo de sufrir hipertensión, un ataque cardíaco, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2, síndrome metabólico e incluso problemas hepáticos.

Sudas en exceso

Y no tiene que ver con una noche cálida o apasionada, sino cuando despiertas, literal, empapada en sudor a pesar de dormir con ropa ligera o el ventilador encendido. Cuando esto pasa, puede ser síntoma de un desequilibrio hormonal, ya sea causado por tu tiroides o la menopausia.

Afortunadamente hay tratamiento para ambos casos; si te ha pasado, deja de echarle la culpa al calor y acércate a tu médico para que te haga estudios y determine la causa y tratamiento.

Te levantas mucho a orinar

Si eres de quienes cada noche sin falta se levanta una o más veces al baño, puede ser que estés tomando mucha agua o tengas una vejiga hiperactiva, pero también corres el riesgo de padecer apnea del sueño.

Según un estudio, la nocturia es un marcador comparable al ronquido alto en este trastorno del sueño, de especial ayuda para aquellos que duermen solos. Según los involucrados en el estudio, la apnea puede hacer que el cuerpo produzca demasiada orina por la noche.

Sufres de calambres constantemente

Hasta cierto punto los calambres son normales, pues se trata de la contracción de un músculo, sin embargo, si son muy constantes, pueden significar que estás deshidratada, sufres de anemia o deficiencia de minerales como calcio y magnesio.

Sin embargo, si notas que tus calambres no ceden y se presentan también en el día, especialistas  revelan que podrían relacionarse con enfermedades no diagnosticadas, como una compresión en los nervios de la espina dorsal o suministro de sangre inadecuado, pues ambas producen dolores similares a los calambres. Aunque no es tan común, si el dolor es insistente, consulta a tu médico.