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Las autoridades sospechan que motivaciones racistas llevaron a un hombre blanco de 21 años a abrir fuego en un hipermercado en El Paso, cerca de la frontera con México, matando a 20 personas el sábado, entre ellas seis mexicanos.
Tras el tiroteo en El Paso, el mandatario republicano fue el objetivo directo de las críticas de sus adversarios demócratas, que lo acusan de azuzar la intolerancia con su retórica antiinmigrante.
«El presidente en persona promueve el racismo y la supremacía blanca», escribió en Twitter la senadora Elizabeth Warren, favorita de las primarias demócratas.
«La supremacía blanca, como cualquier otra forma de terrorismo, es un flagelo que debe ser eliminado», tuiteó la propia hija del presidente,Ivanka Trump, antes de que su padre se refiriera en Nueva Jersey a los tiroteos.
El magnate republicano se abstuvo hasta ahora de usar ese término, atribuyendo la tragedia a un argumento frecuentemente esbozado en las filas republicanas.
«También hay un problema de enfermedad mental en ambos casos», dijo Trump. «Estas personas sufren de una enfermedad mental muy grave».
En Dayton, Ohio, nueve personas perdieron la vida. El tirador, también un hombre blanco, este de 24 años, fue abatido por la policía, que considera prematuro aún dar razones para explicar sus acciones.
En su breve discurso, Trump agradeció a la policía por intervenir rápidamente, menos de un minuto después del inicio del tiroteo.
Trump dijo además que haría un anuncio mañana por la mañana, sin dar más detalles.
