Se estima que para 2020 un tercio de la población mundial será miope y para 2050 lo será la mitad de la humanidad.

“Estamos en medio de una epidemia global de miopía“, dijo el doctor Earl Smith, profesor de desarrollo de la visión y decano del Colegio de Optometría de la Universidad de Houston, Estados Unidos.

Y esa epidemia tiene más incidencia entre los jóvenes del este de Asia, en países como China y corea del Sur, donde afecta ya a casi el 90% de los estudiantes al acabar la escuela secundaria.

 

En otras regiones del mundo aunque las cifras no son tan alarmante la condición avanza.

La gente que es corta de vista o miope puede ver claramente los objetos que están cerca, pero la vista se les vuelve borrosa cuando enfocan objetos distantes. La miopía está causada por una combinación de factores genéticos y ambientales que alteran el desarrollo normal del ojo.

La miopía ocurre cuando el globo ocular crece demasiado y se vuelve más largo de lo normal. Esta condición visual suele manifestarse cuando los niños están en edad escolar y suele empeorar gradualmente hasta que el globo ocular completa su crecimiento.

Si no se detecta y corrige con lentes, la miopía puede progresar y con el tiempo aumentar significativamente el riesgo de sufrir cataratas, glaucoma, desprendimiento de retina y maculopatía miópica.

Smith y su equipo están investigando qué factores ambientales, como la exposición a ciertos tipos de luz, pueden tener un impacto sobre el crecimiento del globo ocular que conlleva a la miopía.

Muchos estudios han demostrado que la gente que pasa más tiempo al aire libre es mucho menos propensa a desarrollar miopía que la que permanece la mayor parte del día entre cuatro paredes.

“La demanda educacional cada vez más exigente y pasar más tiempo en espacios interiores que exteriores son factores que sabemos que contribuyen a que una persona se vuelva miope”, dijo Smith.