El marido de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin, ha ingresado a las 8:13 en la prisión de Brieva, en Ávila, después de que el pasado miércoles la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma le diese cinco días para entrar en una cárcel que él mismo eligiese de entre las 82 que hay en España. El exdeportista, que está condenado por el Tribunal Supremo a cinco años y 10 meses de prisión, llegó el domingo por la noche a Madrid en un vuelo procedente de Ginebra, donde reside.

 

La prisión que ha elegido el yerno del rey Juan Carlos es una cárcel de mujeres que dispone de un pequeño módulo de hombres. En la actualidad, este módulo se encuentra vacío. Se trata de la misma cárcel en la que penó su condena Luis Roldán, exdirector general de la Guardia Civil, en un pabellón en el que estuvo prácticamente solo. El centro penitenciario de Brieva, construido en 1989 y que dispone de 162celdas y 18 complementarias, alberga a unas 200 presas.

No obstante, el módulo necesita reformas tras permanecer mucho tiempo vacío. De hecho, recientemente se reformó el sistema de calefacción. Fuentes penitenciarias aseguran que el módulo lleva cuatro años sin uso y que, hasta ahora, la mayoría de los hombres que han ingresado en este centro han sido derivados a las prisiones de Villanubla (Valladolid) y Segovia.

La zona donde pretende cumplir provisionalmente su pena Urdangaríntambién se conoce como el módulo de los arrepentidos, ya que era donde el exjuez Baltasar Garzón ingresaba a los presos que colaboraban con la justicia en grandes causas, según las citadas fuentes penitenciarias. Este es una de las prisiones que siempre manejó Urdangarin para su ingreso —al igual que las de BadajozSegovia y Zaballa (Álava)—, porque se encuentra cerca de Madrid. Esto permite a la Infanta poder volar de Ginebra a Madrid con más facilidad para visitarle.

En su entrada en prisión, Urdangarin tiene que pasar los mismos trámites que los presos comunes. Su ingreso en la cárcel implica un reconocimiento por parte del servicio médico y una entrevista por parte de un equipo de trabajadores sociales y psicólogos. Los nuevos reos pasan la primera noche en el módulo de ingresos y, después, son trasladados al módulo que consideran los especialistas de la penitenciaría. El exduque de Palma ha debido de recibir un folleto elaborado por la Secretaría General de Instituciones Penitenciariasque se da a todos los presos. Son 36 hojas con «información útil y básica» para que los nuevos reclusos conozcan «sus derechos y deberes«, «las posibilidades de comunicación con su familia, su abogado y otros profesionales» y «otros aspectos del funcionamiento del sistema penitenciario que pueden resultarle útiles».

Además, Interior explica que el preso podrá hacer un máximo de 10 llamadas telefónicas semanales de cinco minutos cada una a números previamente autorizados por Prisiones. Estas deben «ser abonadas» el reo, destaca el texto junto a la imagen de una cabina. En lo que no hay límite de envío y recepción es en las cartas, tanto con personas en el exterior como con internos de otros centros. Respecto a los paquetes, Interior admite que se reciban dos al mes durante los días de comunicaciones, salvo aquellos presos que estén en primer grado, el más severo, que solo podrá ser uno.

Prisiones también explica a los nuevos reclusos que existen diferentes regímenes penitenciarios según se les haya clasificado en primer grado (régimen cerrado), segundo (ordinario) o tercero (abierto) y que cada uno tiene «un régimen de medidas de control y seguridad» diferentes. Eso sí, les informa de que su clasificación en uno de esos grados es revisado cada seis meses como máximo por las Juntas de Tratamiento de las cárceles y que sus resoluciones pueden ser recurridas por los presos ante los juzgados de Vigilancia Penitenciaria.

El exduque de Palma ha pasado las últimas horas en libertad en España, adonde llegó anoche procedente de Suiza. La esposa de urdangarin y sus cuatro hijos (JuanPabloMiguel e Irene) han pasado gran parte del fin de semana juntos en un discreto hotel de Ginebra para intentar mantenerlos alejados de la presión mediática. Allí han estado desde que Urdangarin regresó a la ciudad suiza tras recoger la sentencia en Palma el pasado día 13, día del cumpleaños de Cristina de Borbón.

El Tribunal Supremo condenó al exjugador de balonmano a una pena de cinco años y 10 meses de cárcel por los delitos de malversación, prevaricación, fraude a la administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias. Su exsocio Torres fue sentenciado por el tribunal a cinco años y ocho meses por malversación, prevaricación y fraude a la administración y le absolvió de tráfico de influencias, blanqueo y falsedad, mientras que el exministro y expresidente autonómico Jaume Matas recibió una pena de tres años y ocho meses de cárcel por prevaricación y fraude.

Respecto a la infanta Cristina, la Sala mantuvo su responsabilidad como partícipe a título lucrativo en los delitos de malversación de caudales públicos y de fraude a la Administración cometidos por su marido, lo que asciende a 136.950 euros. Sin embargo, el alto tribunal anuló la indemnización de 128.138 euros impuesta a la hermana del Rey como partícipe a título lucrativo del delito contra la Hacienda Pública por el que la Audiencia de Palma sí la condenó.