Las cinco comidas que aumentan el riesgo de obesidad, según la ciencia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recalcado insistentemente en la necesidad de velar por una dieta saludable que, además de proteger contra la mala nutrición en todas sus formas, prevenga enfermedades no transmisibles, como la diabeteslas cardiacaslos accidentes cerebrovasculares y el cáncer.

Si usted quiere bajar de peso o simplemente está interesado en tener una dieta verdaderamente saludable, tenga en cuenta lo que han encontrado varias investigaciones sobre la comida más peligrosa.

1. Comida chatarra y de paquetes

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señaló que los comestibles ultraprocesados no están diseñados para alimentar, sino que muchos de sus ingredientes buscan conservarlos por mucho tiempo y promover deseo de consumo, al punto de que bloquean los mecanismos de control del apetito y la voluntad para dejar de comer.

2. Alimentos fritos

Las grasas, dice el cardiólogo Gabriel Robledo, hacen la comida más apetitosa que aquella que es cocida o hervida, además de saciar poco y favorecer la absorción y el metabolismo de otros productos que se ingieren junto con ellos. En conclusión, se sugiere evitar el uso diario de aceites y cocinar a la plancha, al vapor o al horno.

3. Jugos con azúcar

El endocrinólogo Iván Darío Escobar explica que el azúcar que se usa en estos alimentos no alimenta produce calorías vacías, que no se queman fácilmente y tienden a acumularse en forma de grasas dañinas.En el caso de los niños que las toman diariamente, la posibilidad de ser obeso en la adultez aumenta en un 60 por ciento.

 

4. Bizcochos y panes

Galletas, pasteles, donas y bizcochos, y más los hojaldrados, forman parte de la dieta diaria de al menos el 10 por ciento de los niños, que, en una proporción de casi la mitad, los comen dos veces por semana, según el estudio español Aladino.

La mayoría de ellos contienen aceites no saludables, mantequilla, azúcar, dulces como bocadillo o arequipe, que los tornan gustosos, pero que además concentran gran cantidad de calorías, muchas de ellas libres, en pequeñas porciones.

5. Dulces, postres y caramelos

Aunque sean puestos en dosis pequeñas se pensaría que pueden ser tolerables, el problema, según la nutricionista Bayona, es que se consumen varias veces al día e incluso se convierten en pasabocas entre comidas. Aquí cabe todo el espectro de la confitería industrial: dulces, bombones, almíbares y gomas.