La furia devastadora del huracán Michael, con vientos sostenidos de hasta 250 kilómetros por hora, arrolló este miércoles el noroeste de Florida, provocando al menos una muerte y severos destrozos e inundaciones. 

El huracán es el más potente registrado en Florida en al menos un siglo. Si se mide por la baja presión atmosférica, es el tercer huracán más intenso en azotar al Estados Unidos continental y, por la velocidad del viento, es el más grave desde el huracán Andrew en 1992, reseñó El País (España).

Michael llegó a Florida considerado un huracán de categoría 4 dentro de una escala de 5, pero posteriormente al ceder ligeramente la fuerza del viento cayó a la categoría 3, según avanzaba hacia Alabama y Georgia.

Michael, que se fue fortaleciendo en los últimos días gracias a las cálidas temperaturas de las aguas del golfo de México, tocó tierra en Mexico Beach alrededor de las 12.30 hora local, en la zona noroeste de Florida, conocida como Panhandle (mango). La pequeña localidad, de menos de 2.000 habitantes, quedó totalmente anegada por el embate de la subida del nivel del mar.

Cerca de esa ciudad, al oeste de Tallahassee, falleció la primera víctima de Michael. Hay «una muerte relacionada con el huracán», informó Olivia Smith, oficial de la Junta de Comisionados del condado de Gadsden, y agregó que el incidente estuvo «relacionado con los escombros. Hubo un árbol involucrado», reseñó AFP.

Imágenes y vídeos de residentes muestran casas completamente hechas añicos, edificios sin azotea o prácticamente ocultos por el avance devastador del agua.

Más de 311 mil hogares y negocios en Florida, Georgia y Alabama se quedaron sin electricidad después de que el fenómeno meteorológico tocara tierra. Se estima que entre 100.000 y 200.000 personas puedan verse afectados sin luz eléctrica en todo Florida.