Consejos para compensar excesos en su dieta navideña

Recomendaciones de una nutricionista para cuidar su salud de los excesos que solemos cometer cuando estamos en las festividades navideñas.

Según Nathalia Pérez, nutricionista, la clave para que los desmanes no sean muchos es hacer una planificación para las fiestas y así tener consumos más controlados. Incluir en las comidas los alimentos principales (proteínas, carbohidratos y vegetales). También es recomendable evitar llegar a las cenas especiales con un ayuno prolongado. 

En cuanto al consumo de bebidas alcohólicas, la profesional recomienda consumir los denominados ‘tragos largos’ como ron, whiskys o vino, de manera que un solo trago se tome por tiempo prolongado. Además, este tipo de licores contienen cuatro veces menos calorías que las cremas o el aguardiente.

Durante y después de las fiestas la nutricionista recomienda no saltarse ninguna comida. Aunque se levante muy tarde tras una celebración, trate por lo menos de hacer las tres comidas principales para tener una mejor recuperación. 

Cuando se habla de postres, diciembre es uno de los meses con más excesos. Para este mes intente elegir platos que tengan como ingrediente principal la fruta o la leche. Evite los decorados con coberturas o cremas para restarle azúcar a sus cenas. 

Es acertado verificar que el tipo de carne que consuma sea de la calidad que usted decidió. Según Pérez, mucho del pavo que se vende en esta época no es de buena calidad y, al contrario, es un embutido corriente que no es saludable para el cuerpo. 

 

Otra sugerencia tiene que ver con escoger el tipo de alimento del que provienen las calorías. No todas son iguales, por ello es preferible consumir proteínas, vegetales, frutos secos y verduras por encima de las harinas blancas o alimentos con un alto nivel de grasas.

La profesional recomienda también no abandonar el ejercicio durante las fiestas. Si no es posible mantener una buena frecuencia, intente tener actividad física por lo menos durante 150 minutos a la semana. 

Durante todo el mes y aún más después de un exceso de alcohol, lo más recomendable es hidratarse. No es necesario un jugo desintoxicante o bebidas energizantes, basta con agua o alimentos que le devuelvan al cuerpo las sales que perdió.

Después del ‘guayabo’ que genera el licor, el clásico ‘caldo de pollo’ es uno de los mejores aliados. Considerando a la resaca como una deshidratación, se recomienda tomar este tipo de alimento u otros de ‘dieta blanda’ para aportarle al cuerpo los minerales perdidos.  

Después de las festividades, la profesional recomienda volver a la rutina de alimentación lo antes posible. Retornar a los horarios habituales y las 4 o 5 comidas diarias para que el efecto negativo de los excesos decembrinos sean menores.