Se trata de un nuevo fármaco desarrollado por científicos de Estados Unidos (EEUU) que fue probado en ratones. Cómo opera el compuesto para evitar un embarazo dentro de las dos primeras horas después de que se lo administra.
Resultó 100% eficaz para evitar el embarazo en las dos primeras horas después de administrarlo. Su eficacia descendió al 91% en las tres primeras horas.
La investigación sobre anticonceptivos orales masculinos se encontraba estancada. Eso ocurrió porque los potenciales anticonceptivos para hombres deben superar un estándar mucho más alto en cuanto a seguridad y efectos secundarios, explicó Levin.
Explicó que, como los hombres no corren los riesgos asociados a un embarazo, se asume que tendrán una baja tolerancia a los posibles efectos secundarios de los anticonceptivos. Los investigadores no se habían propuesto inicialmente encontrar un anticonceptivo masculino. Eran amigos y colegas con conocimientos complementarios. Pero Levin desafió a Buck a aislar una proteína de señalización celular llamada “adenil ciclasa” (AC), también conocida como ciclasa de adenilato que había eludido durante mucho tiempo a los bioquímicos.
Luego, en 2018, la doctora Melanie Balbach, asociada postdoctoral en su laboratorio, hizo un descubrimiento emocionante mientras trabajaba en inhibidores de la proteína como un posible tratamiento para una afección ocular.
Descubrió que los ratones a los que se les administró un fármaco que inactiva la proteína producen espermatozoides que no pueden impulsarse hacia adelante. El informe de otro equipo, según el cual los hombres que carecían del gen que codifica la proteína AC eran estériles, pero por lo demás estaban sanos, tranquilizó al equipo en cuanto a que la inhibición podría ser una opción anticonceptiva segura.
A las tres horas, algunos espermatozoides empiezan a recuperar la motilidad; a las 24 horas, casi todos los espermatozoides han recuperado el movimiento normal.
Los ratones macho tratados con TDI-11861 emparejados con ratones hembra mostraron un comportamiento de apareamiento normal, pero no fecundaron a las hembras a pesar de 52 intentos de apareamiento diferentes. En cambio, los ratones macho tratados con una sustancia de control inactiva fecundaron a casi un tercio de sus compañeras.
“Nuestro inhibidor actúa en un plazo de 30 minutos a una hora”, aclaró Balbach. “Todos los demás anticonceptivos masculinos experimentales hormonales o no hormonales tardan semanas en reducir el recuento de espermatozoides o incapacitarlos para fecundar óvulos”, agregó.
Los doctores Balbach y Levin señalaron que el desarrollo del TDI-11861 requirió un importante trabajo de química médica, realizado en colaboración con el Instituto Tri-Institucional de Descubrimiento Terapéutico (TDI). El TDI trabaja con investigadores de Weill Cornell Medicine, el Memorial Sloan Kettering Cancer Center y la Universidad Rockefeller para acelerar el descubrimiento de fármacos en fases tempranas.
“El equipo ya está trabajando en la fabricación de inhibidores de la proteína más adecuados para su uso en humanos”, comentó Levin. Los doctores Buck y Levin crearon la empresa Sacyl Pharmaceuticals con su colega, el doctor Gregory Kopf, que es el director científico de la empresa.
Si el desarrollo del fármaco y los ensayos clínicos tienen éxito, Levin dijo que espera entrar un día en una farmacia y oír a un hombre pedir “la píldora masculina”.
“Desde hace 50 años, se están investigando diferentes métodos de anticoncepción masculina. Un tipo de métodos son hormonales: inhiben la producción de espermatozoides. Los otros son no hormonales: tienen la ventaja de no traer los efectos secundarios asociados al uso de hormonas. El método que se describe en el trabajo publicado en Nature Communicationes pertenece al grupo de los no hormonales, y se basa en la inhibición de una proteína llamada “adenilato ciclasa soluble” presente en el espermatozoide”, explicó a Infobae Patricia Cuasnicú, investigadora superior del Conicet en el Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME).
El inhibidor de la proteína que han desarrollado en los Estados Unidos “interferiría con el desarrollo de la motilidad de los espermatozoides en ambos tractos, pudiendo ser utilizado como anticonceptivo masculino o femenino”, señaló la doctora Cuasnicú.
“Dado que su efecto dura pocas horas, la idea es que el anticonceptivo solo sea usado cuando se necesite. Por eso se lo considera como un anticonceptivo “a demanda” o “pericoital”. Tendría la ventaja de no traer efectos colaterales justamente por su uso transitorio y no crónico”, detalló.
Inclusive, destacó Cuasnicú, “los investigadores sugieren que podría ser empleado por ambos miembros de la pareja en el mismo momento para aumentar su eficacia y para que ambos miembros de la pareja estén involucrados, por lo cual también se refieren a este método como un anticonceptivo de pareja”.
También Susan Walker, experta en anticoncepción de la Universidad británica de Anglia Ruskin que no participa en la investigación, se mostró “un poco escéptica” ante la posibilidad de que la píldora llegue a comercializarse, ya que muchas otras iniciativas se han quedado cortas. Pero la “llamativa ventaja” de una eficacia casi inmediata ofrecía “la posibilidad de ver a una pareja sexual tomar una píldora”, reconoció.